Ir al contenido principal

Autor: INCRE

PROPUESTAS ECONÓMICAS PARA DEJAR DE EXPLOTAR EL YASUNÍ ITT

Los voceros contrarios al cierre de actividades en el bloque 43 frecuentemente utilizan la cifra de USD $1.200 millones en referencia a los recursos que dejaría de recibir el Ecuador. Sin embargo, este monto no es el correspondiente a los verdaderos réditos económicos de la producción petrolera del Yasuní ITT. De ser aplicada, esta decisión ignoraría alternativas que pueden generar mayores ingresos para el Estado bajo una visión de justicia fiscal que contemple dos líneas rojas: que no se afecte a los y las más pobres y vulnerables del Ecuador, y que tampoco se afecte la naturaleza y la biodiversidad.

Este documento analiza los verdaderos réditos económicos del bloque ITT y plantea algunas alternativas que cumplen con las dos líneas rojas. Consideramos que estos elementos deben formar parte del debate económico y fiscal para superar la crisis que vive Ecuador sin alterar por ningún motivo la voluntad popular. Adicionalmente, el documento presenta una perspectiva estructural de larga duración, no solo para el bloque ITT, sino para todo el sector petrolero, así como una visión hacia una nueva inserción internacional sustentable y post-extractiva para el país.

Der Kampf um den Yasuní, ein Kampf für das Leben

Was verbirgt sich hinter dem Yasuní? 

Der Yasuní ist ein von der UNESCO als Biosphärenreservat deklarierter Nationalpark und gilt als einer der artenreichsten Orte der Welt. Er befindet sich in Südamerika, im Amazonas Regenwald Ecuadors. In diesem Nationalpark existieren mehr als 1.300 Baumarten, 610 Vogelarten, über 268 Fischarten, mehr als 200 Säugetierarten und 13 Primatenarten. 

Im Yasuní beheimatet ist die indigene Bevölkerung der Waorani, Kichwa und die beiden letzten in freiwilliger Isolation lebenden indigenen Völker Tagaeri und Taromenane. Sie sind durch die Erdölförderung in der Region von einem Ethnozid bedroht.  

Nach dem Scheitern der Initiative Yasuní-ITT im Jahr 2013 rief der ecuadorianische Präsident den Beginn der Erdölförderung im Yasuní-ITT aus. Ziel der Initiative Yasuní-ITT war es, das Erdöl im Block 43 mit den Feldern Ishpingo, Tambococha und Tiputini (ITT) im Boden zu lassen. Im Gegenzug sollten Länder des Globalen Nordens als Beitrag im Kampf gegen den Klimawandel und als eine Art Ausgleich für die von ihnen verursachten Verschmutzungen durch den Erdölkonsum  wirtschaftliche Entschädigungen leisten.  

YASunidos

Vor dem Hintergrund der Entscheidung des damaligen ecuadorianischen Präsidenten, die Yasuní-Initiative für gescheitert zu erklären, organisierten sich unterschiedliche zivilgesellschaftliche Gruppen: Umweltaktivist*innen, Indigene, Feminist*innen, Arbeiter*innen, Studierende, Tierschützer*innen und andere Gruppen, um die Erdölförderung im Yasuní-ITT doch noch zu verhindern. So bildete sich das Kollektiv YASunidos. Im selben Jahr, 2013, setzte sich das Kollektiv für eine Volksbefragung ein, mit der die gesamte ecuadorianische Bevölkerung befragt werden sollte, ob sie damit einverstanden sei, das Erdöl des Yasuní-ITT im Boden zu lassen. 

Über den Zeitraum von 6 Monaten sammelte YASunidos fast 757.000 Unterschriften, mehr als für ein Bürger*innenreferendum erforderlich. Nichtsdestotrotz verhinderte die damalige Regierung die Durchführung eines solchen Bürger*innenreferendums mit der Argumentation, dass das Kollektiv nicht die notwendige Anzahl an Unterschriften erhalten habe. Jahre später stellte sich heraus, dass es einen Betrug im Verfahren gab und dass das Kollektiv ausreichend Unterschriften gesammelt hatte. 

Erst nach einem Jahrzehnt erkannten die Institutionen des ecuadorianischen Staates den Betrug im Verfahren um die Volksbefragung an. Daher wird  nun, nach Jahren des Wartens und Kämpfens, in diesem Jahr die Volksbefragung um den Yasuní endlich stattfinden. 

Noch kann der Yasuní gerettet werden!

Die Frage, die dem ecuadorianischen Volk mit einer Volksbefragung gestellt werden müsste, wäre: „Sind Sie damit einverstanden, dass das Erdöl im Yasuní-ITT, bekannt als Block 43, auf unbestimmte Zeit im Boden bleibt?“ Wird  diese Frage von den Ecuadorianer*innen mehrheitlich bejaht, müsste die Erdölförderung an den Stellen gestoppt werden, an denen sie in den vergangenen Jahren bereits betrieben wurde und ein Rückbau- und Renaturierungsprozess eingeleitet werden. An Orten, an denen noch keine Erdölförderung stattfand, dürfte diese nicht aufgenommen werden. 

Der Kampf gegen den Klimawandel beginnt damit, die fossilen Brennstoffe im Boden zu lassen. Unterstütze uns dabei! 

Um eine Informations- und Wahlkampagne für die Volksbefragung für den Stopp der Erdölförderung im Yasuní durchzuführen, den Yasuní zu retten und den Klimawandel zu bekämpfen, brauchen wir die Unterstützung aller, die an eine gerechtere Welt und den Schutz der Natur und ihrer Völker glauben. Sei Teil davon!

Du möchtest bei der Organisation der Kampagne oder finanziell unterstützen? 

Dann melde dich bei Antonella Calle (antonella@yasunidos.org /Spanisch) oder bei Annika Sutter (annika.sutter@posteo.de | Deutsch /Englisch /Spanisch). 

#SíalYasuní

¡Al fin tenemos la consulta por el Yasuní!

#DíaMundialDelMedioAmbiente

El CNE ha fijado el 20 de agosto de 2023 para realizar la consulta popular por el Yasuní. Este no es un triunfo solo del diverso grupo de activistas que conforman YASunidxs, que somos quienes hemos sostenido el proceso legal y social en estos diez años, sino de todo el Ecuador: de las 756.723 personas que firmaron para que se diera este proceso, de las numerosas personas que participaron en la campaña de recolección de firmas en el 2013, de las organizaciones y colectivos que levantaron este enorme trabajo en todo el país; este es un triunfo también de todas las personas que no pudieron firmar por ser menores de edad u otros motivos, pero con quienes coincidimos en la urgente necesidad de construir otro modelo de vida más justo, redistributivo y de cuidado con la naturaleza. 

En estos diez años, se ha confirmado que las supuestas grandes reservas de petróleo que se decía que existían en el bloque petrolero ITT, en realidad no son más que una brea que no puede ser explotada ni comercializada. A pesar de esto, empresas petroleras chinas, estadounidenses, bielorrusas, brasileñas y ecuatorianas se han llevado enormes ganancias por los contratos de construcción de plataformas y demás infraestructura petrolera en los campos. Esto no es una novedad, pues en 50 años de explotación petrolera en nuestro país, los resultados son nefastos: la desaparición de pueblos indígenas, el aumento de la tasa de cáncer y otras enfermedades catastróficas en las poblaciones donde se encuentran las actividades extractivas y un país dependiente del petróleo que está sumido en el empobrecimiento y la ausencia de posibilidades futuras reales. Esta situación se ha visto agravada por la ausencia del Estado que aún frente al alarmante crecimiento de la violencia no tiene políticas de inversión social que apunten a disminuir la enorme desigualdad existente.  

Frente a la herencia dolorosa e injusta que nos ha dejado la explotación petrolera en estas décadas, esta consulta decidirá si el petróleo que aún contiene el bloque ITT en el Yasuní se queda en el subsuelo. Es la oportunidad de detener la destrucción del bosque amazónico, hogar de los últimos pueblos indígenas en aislamiento y el mayor lugar de biodiversidad del planeta y es también la posibilidad de empezar a cambiar el rumbo del Ecuador hacia un futuro acorde a las urgencias del cambio climático y la crisis ecológica. También es la oportunidad de repensar el modelo económico del Ecuador, en un contexto en el que quedan reservas petroleras para menos de 15 años. Se trata de la primera consulta a nivel nacional promovida desde la ciudadanía, y la primera consulta a nivel mundial que propone priorizar la vida por encima de la extracción de combustibles fósiles. Esta consulta es la contribución del Ecuador a la lucha contra el cambio climático y es una apuesta para desarrollar nuestro enorme potencial como economías para la vida, para la vida digna humana y no humana, para las futuras generaciones.

Esta consulta no es una declaración contra nadie, todo lo contrario. Esta consulta es para el futuro, para el mundo, para quienes lo habitamos hoy y quienes lo habitarán en el futuro. No busca ninguna revancha, apunta a construir el bienestar de todas y todos a través de la preservación y protección de los bienes públicos colectivos: el agua, la naturaleza, la vida.

Al mismo tiempo, esta consulta es una victoria de los sectores sociales históricamente más oprimidos de la sociedad ecuatoriana y global. Es un triunfo de los pueblos indígenas frente a la arremetida colonial que busca desposeer a los últimos pueblos en aislamiento de su hogar. Es una victoria de una justicia social que busca materializarse más allá de los vaivenes de la dependencia petrolera y la lógica privatizadora. Es una victoria porque pone el cuidado y el bienestar de las mayorías por encima de la acumulación de la riqueza en manos de unos pocos. Es una victoria de los derechos humanos, de la libertad y de participación democrática, de una democracia radical en la que el pueblo puede decidir realmente por su presente y futuro. Es una victoria del pueblo ecuatoriano que supera y desborda cualquier oportunismo y pretensión de instrumentalización que puedan tener los candidatos y candidatas de turno, para quienes el Yasuní y la lucha por la vida pueda ser una moneda de cambio.

Esta es una consulta que no surge desde arriba o por mandato de algún presidente de turno, esta es una consulta que nace desde abajo, que es colectiva, y que representa a las grandes mayorías sociales del país. La lucha por el Yasuní es tan diversa como la biodiversidad del Yasuní, y por ello todos los sectores que ven en la consulta una posibilidad de esperanza y de un futuro mejor debemos autoconvocarnos. Los pueblos y nacionalidades indígenas, las comunidades negras y  afros, montubios y mestizos; quienes habitamos la Amazonía, la Sierra, la Costa y por su puesto Galápagos; los colectivos sociales, ecologistas, animalistas, lxs trabajadorxs y organizaciones sindicales; las organizaciones feministas y de diversidades sexuales; lxs estudiantes de todos los niveles, los barrios organizados, el movimiento campesino, los gremios, los medios de comunicación, hombres, mujeres y personas no binarias, así como a cada persona y cada familia de la sociedad ecuatoriana le decimos Sí al Yasuní.

Hoy es tiempo de cambiar el Ecuador y de ser responsables con nuestro presente y nuestro futuro, hoy es tiempo de imaginar un país diverso, intercultural y plurinacional que supere un modelo injusto y desigual que no ha resuelto los enormes problemas que existen; hoy podemos darle un respiro al planeta y ser un referente mundial de cómo, en medio de la crisis más aguda, somos capaces de hacer del cuidado de todxs y de la naturaleza una posibilidad de vida. Solo en el cuidado de la vida digna, humana y no humana, de los ríos, las selvas, los páramos, los manglares, el mar, las lagunas, las cuencas, la tierra y sus semillas, los animales y las plantas, el Ecuador podrá superar los múltiples agravios de los poderosos. Es tiempo de que los pueblos cambien la historia, es tiempo de que la luz de la esperanza regrese a nuestras vidas. Es tiempo de decirle Sí al Yasuní.

#SíalYasuní

Le processus participatif de protection du Parc National Yasuní (Équateur)

Depuis une cinquantaine d’années, l’Équateur extraie de manière agressive le pétrole de sa zone amazonienne, sur des territoires accueillant depuis des millénaires des peuples et nationalités autochtones. Dès que des entreprises transnationales comme Texaco ou Shell ont commencé à opérer dans la zone, elles ont considérablement augmenté leurs bénéfices déjà multimillionnaires, tout en déléguant la responsabilité et les coûts environnementaux à l’État équatorien et aux populations locales. Promis pendant des décennies, le développement et l’éradication de la pauvreté grâce à la rente pétrolière ne sont restés qu’un simple mythe.  Non seulement les taux de pauvreté et d’inégalités au niveau national se sont maintenus ou aggravés, mais par ailleurs les populations qui vivent dans ces zones pétrolières sont les plus pauvres du pays. 

C’est pour cette raison que le mouvement autochtone et des organisations écologistes ont lancé tout au long de cette période une série de manifestations, de dénonciations, de demandes et de stratégies pour freiner les activités pétrolières en Amazonie équatorienne et pour demander à l’État et aux entreprises transnationales que les droits, la justice et une réparation soient garantis. En 2007, grâce à cette considérable expérience collective, aux réflexions construites au fur et à mesure et aux propositions qui en sont ressorties, l’État équatorien a promu l’Initiative Yasuní-ITT.  L’objectif de cette initiative était que la communauté internationale soutienne financièrement l’État équatorien pour que le champ pétrolier « Ishpingo-Tiputini-Tambococha » (ITT), dit bloc 43, situé dans le Nord-Est du Parc National Yasuní, en Amazonie équatorienne, l’un des endroits de la planète le plus riche en biodiversité, ne soit pas exploité. L’initiative mettait aussi au premier plan une discussion sur le modèle de développement du pays et la responsabilité mondiale de préservation de l’Amazonie. Cependant, le 15 août 2013, le Président Rafael Correa lui-même décide de mettre fin à l’initiative Yasuní-ITT, ouvrant alors la voie à l’exploitation pétrolière dans le bloc ITT à l’intérieur du Parc National Yasuní. 

A ce moment-là, un groupe de jeunes réunis dans le collectif YASunidos, décide de convoquer l’ensemble des organisations, des espaces, des réseaux et des mouvements impliqués pour constituer un front de défense du Parc National Yasuní et de ses peuples. Leur proposition se centre essentiellement sur la réalisation d’une consultation populaire qui demanderait au peuple équatorien son avis sur l’exploitation des ressources pétrolières du bloc 43. Ce mécanisme de démocratie directe fait partie des droits inclus dans la Constitution de 2008 qui comprend, entre autres, le caractère plurinational de l’État équatorien, les droits de la nature, mais surtout le droit à la participation et la garantie de démocratie participative. A ce titre, la consultation populaire pour le Yasuní, reposant sur la collecte de 757 000 signatures, est devenu la première initiative de démocratie directe lancée par des citoyen·nes dans le pays. Cependant, le Conseil National Électoral (CNE) a annulé arbitrairement plus de 60% des signatures récoltées, malgré de nombreuses plaintes. Le collectif YASunidos a mené une bataille  juridique de presque 10 ans contre l’État équatorien pour démontrer l’existence d’une fraude et a continué en parallèle à défendre le Yasuní, à travers toute une série d’actions juridiques et d’actions de mobilisation comme, entre autres, des assemblées délibératives, la création d’autres collectifs au niveau national et international, l’occupation pacifique d’institutions étatiques, des manifestations, des campagnes de communication, ou encore de l’artivisme

Le collectif ayant gagné plusieurs combats juridiques et l’État équatorien ayant été officiellement reconnu coupable d’atteinte au droit de participation de milliers de citoyens et de citoyennes, le 10 mai 2023, la Cour constitutionnelle de l’Équateur a finalement donné son feu vert à la consultation populaire pour le Yasuní : elle aura lieu le 20 août 2023. La question proposée il y a presque 10 ans par le collectif reste la même et la Cour veille ainsi au respect du droit de participation en donnant la possibilité aux citoyen·nes équatorien·nes, à travers cette consultation, d’exercer un contrôle sur le pouvoir étatique et d’approuver à la majorité la fin des activités extractives qui n’auraient jamais dû être autorisées dans le Yasuní. Cette décision de la Cour pourrait signifier non seulement la fin de la progression de la frontière pétrolière dans la zone la plus riche en biodiversité de la planète, mais aussi la fermeture progressive et coordonnée de tous les puits de pétrole du bloc 43. Ce serait le début de la tant désirée transition écologique ! 

Sans aucun doute, la réalisation de la consultation populaire et cette décision de la Cour sont un fait historique pour l’Équateur et le monde entier : 

  • C’est la première initiative de démocratie directe au niveau national approuvée par la Cour constitutionnelle. Elle pourrait avoir des effets contraignants et concrètement mettre fin aux activités extractives. 
  • Elle ouvre un débat national et international sur l’importance de la participation venant « d’en bas » sur des thématiques aussi importantes que la crise écologique, ou encore le modèle du développement capitaliste hégémonique et ses effets. 
  • C’est une mesure indispensable pour garantir les droits et la vie des peuples autochtones Taegari-Taromenane, en isolement volontaire ainsi que les droits de la nature reconnus dans la Constitution.
  • Elle ouvre des possibilités effectives de réparation, non seulement pour le collectif YASunidos et toutes les personnes qui ont soutenu l’initiative, mais aussi pour tous les peuples et nationalités qui ont vécu de manière directe un véritable pillage et un ethnocide sur ses propres territoires. 
  • Il s’agit de la première initiative concrète reposant sur la non-exploitation des ressources pétrolières pour mitiger le changement climatique et prenant en compte les peuples et nationalités autochtones pour une véritable transition énergétique sous l’égide d’une écologie décoloniale. 

Un soutien national et international urgent de toutes celles et de tous ceux qui considèrent que la défense de la vie, de la forêt amazonienne et du Yasuní comme l’un des territoires les plus riches en biodiversité de la planète, est crucial pour maintenir la vie sur terre, mais aussi pour la démocratisation et la redistribution de la prise de décision et du pouvoir. 

#SíalYasuní