EL CAJAS PALPITÓ FUERTE EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD

Una marejada de gente se tomó el corazón de Cuenca de Guapondelig para lanzar un grito por el Cajas, Río Blanco y Kimsacocha, santuarios de cientos de lagunas, humedales y nacientes de ríos amenazados de minería. Fue el CajasCampa, una acampada por el agua convocada por varios colectivos sociales y culturales que se quedará impregnada en la historia popular de la ciudad.

Todo empezó a las 4 de la tarde del viernes 18 de noviembre, cuando, cual gotas de agua viva, decenas, cientos de personas se fueron juntanto en el Parque Calderón, para invocarle al Cajas, mediante el arte, la espiritualidad, las ciencias y las expresiones culturales. Y para mostrar el rostro de muerte de la minería, que con varios proyectos de mediana y gran escala se ha tomado los páramos del Macizo del Cajas, a espaldas de los cuencanos/as y azuayos/as, fraudulentamente, con una ristra de mentiras y falsas promesas por delante.

Fue «una toma del espacio público en el que distintos colectivos artísticos e individualidades aportaron con lo que mejor saben hacer: conciertos, danza, poesía, circo, teatro, serigrafía, exposiciones fotográficas, artes performáticas, cortometrajes, fanzines, actividades para niñxs, batucadas», relata la compañera Cati Vallejo en una //medium.com/@faccionlatina/cajascampa-se-levanta-b4502efd82fd#.rm4pfpkze» target=»_blank»>reseña para el medio digital Facción Latina. Entre esas actividades, no podía faltar la ya tradicional zapateada yasunida para abrir el espectáculo musical.

Sin duda alguna, el CajasCampa arrojó grandes resultados: tomarse el espacio público para luchar por nuestros Derechos y los de la Naturaleza, expresar nuestra lucha mediante el arte y la cultura, conjuntar a los varios colectivos que luchamos por lo mismo y sensibilizar a las personas de la ciudad sobre la problemática minera, entre los principales. Y, por lo mismo, no podíamos dejar de estampar todo ese sentir en un documento que exprese, punto por punto, lo que queremos y por lo que luchamos.

El sábado 19 de noviembre, a los pies de la escultura de Abdón Calderón, después de haber acampado, danzado por el agua y desayunado en pampamesa, construimos la Declaratoria del Calderón, declarando por el Agua, por los páramos, por la Naturaleza, por la vida,

«Las alegrías, los cantos, las risas, la música y los bailes, los discursos y los diálogos, los sentires y los saberes, los esfuerzos, las luchas, todo, todo eso es la Declaratoria del Calderón», subraya el compañero David Fajardo en su cuenta de Facebook.»Un documento creado por las bases sociales reunidas en el CajasCampa que expresa nuestro compromiso por defender los páramos, declarándonos sus guardianes/as.»