QUEREMOS LA VERDAD SOBRE EL YASUNÍ
| Pronunciamientos
Queremos la verdad sobre el Yasuní
En un nuevo y lamentable episodio de degradación de la cultura de convivencia política en el país; el Presidente de la República ha vuelto a enfilar su artillería comunicativa contra quienes sostenemos la necesidad de revisar la política de preservación del Parque Nacional Yasuní, y el cumplimiento de derechos de las poblaciones y comunidades asentadas en el área.
En un video, arbitrariamente editado por la SECOM, varias declaraciones de miembros de Yasunidos, así como del académico de la Universidad de Padova, Massimo Di Marchi, han sido sacadas fuera de contexto, a fin de calificar de mentirosas a las observaciones que hemos hecho sobre el problema de las carreteras (tanto las proyectadas, como las ya existentes) en el territorio del PNY.
Basados en la evidencia científica aportada por los estudios de Finer, Pappalardo, Ferrase & De Marchi (2014) , efectuados tanto en terreno, como mediante fotografías satelitales en el área de los Bloques 31 y 43 del PNY, así como en la propia documentación oficial que consta en los Estudios de Impacto Ambiental y sus respectivos alcances, y en base a diversos testimonios de pobladores y notas de prensa, es posible colegir que los denominados “senderos ecológicos” del Bloque 31 han requerido para su construcción desbroces significativos de áreas boscosas, que alcanzan en promedio los 25 metros, e incluirían áreas de desbroce de hasta 60 metros, en el caso de la zona del cruce del Valle del Pindoyacu.
Por otra parte, el propio alcance al Estudio de Impacto Ambiental del Bloque 43, presentado, para su aprobación al MAE, por parte de la Consultora Envirotech bajo contrato con Petroamazonas, solicita derechos de vías de hasta 18 metros, estimando un derecho de vía rasante de hasta 14 metros, para las líneas de flujos y vías de acceso desde Tiputini A, hasta Tiputini B. (Envirotech:2014)
Más allá de las pruebas científicas que podemos aportar para el debate sobre el problema de las carreteras y vías de acceso, sostenemos la necesidad de una POLITICA DE LA VERDAD en torno al manejo integral del punto más biodiverso del planeta y territorio de al menos cuatro pueblos indígenas, uno de ellos en contacto inicial (huaoranis) y dos en aislamiento (tagaeri-taromenane)
Empecemos por desestimar el tratamiento meramente publicitario con el que se intenta desvirtuar las observaciones en torno al problema de las carreteras. ¿Por qué no permitir, por ejemplo, que una comisión tripartita – conformada por delegados de la sociedad civil, representantes gubernamentales y observadores internacionales – recorra en su totalidad el “sendero ecológico” del Bloque 31, para constatar a lo largo de todo el recorrido que los desbroces efectuados no superan los 10 metros?
Es necesario superar la descalificación y el insulto. Seamos responsables con el más grande patrimonio natural y cultural del país.
YASunidos