1918
Gripe española. A inicios del siglo XX en el contexto de la primera guerra mundial una mutación de gripe se expandió por el mundo, en la Amazonía esta enfermedad fue traída como un agente externo por caucheros, mineros, madereros. Las poblaciones indígenas fueron gravemente afectadas, no se conoce ningún censo que nos permita saber en efecto cuántas personas y pueblos murieron, sin embargo, las comunidades amazónicas mantienen una memoria muy presente de este episodio de enfermedad generalizada.
Lo anterior también generó que las poblaciones amazónicas intentaran aislarse o alejarse de la sociedad occidental a la que identificaron como la fuente de esta enfermedad.
1940
La guerra entre Ecuador y Perú promovió la idea de la Amazonía como un espacio dispuesto a la colonización, en ambos países, se impulsó un imaginario de la Amazonía como una enorme tierra “baldía” y por lo tanto, lugar propenso a invasiones militares. Razón por la cual el Estado ecuatoriano promovió la entrada de capitales extractivos, así como colonización.
1959 -1968
La empresa petrolera Texaco comenzó a explorar los territorios Waorani y Sáparas y kichwas en busca de petróleo. Esta explotación también impulsó la apertura de carreteras y procesos de deforestación.
Lo anterior generó conflictos territoriales con los indígenas y encuentros violentos entre los clanes que vivían en la selva y la cultura occidental.
1979
Se declara el Parque Nacional Yasuní sobre territorio ancestral Waorani sin ningún tipo de consulta o consentimiento del pueblo Waorani.
21 de julio 1987
Murieron lanceados el Arzobispo Católico Alejandro Labaka y la monja de la misión Laurita, Inés Arango por un intento desafortunado de contacto con un grupo indígena en aislamiento con el fin de evitar posibles encuentros letales con trabajadores petroleros que empezaron a invadir con militares su territorio. Se puede decir que el trabajo de Labaka se consideró el primer intento occidental por preservar el territorio de los pueblos indígenas en aislamiento.
2 de febrero de 1999
Fue declarada la Zona Intangible Tagaeri y Taromenane (ZITT) con una extensión aproximada de 700 mil hectáreas, justamente en las zonas en donde todavía no había bloques petroleros y sin una delimitación exacta. En esta zona estaba prohibida las actividades extractivas.
24 de mayo 2003
Nueve personas Waorani armados con dos escopetas, una pistola y varias lanzas atacaron una casa de pueblos indígenas en aislamiento y mataron aproximadamente a 21 personas entre hombres, mujeres, niños y niñas. Ese mismo día quemaron una casa abandonada de los pueblos indígenas en aislamiento. Esta matanza está relacionada a dos madereros de apellido Castillo y García quienes posiblemente facilitaron el armamento quienes a su vez contaron con la colaboración de la empresa petrolera Petrobell. A pesar de los cadáveres, El estado no inició las investigaciones fiscales, entre otros motivos, porque las “víctimas no tenían cedúla”.
2005 – 2006
Se presentaron al menos una decena de denuncias en Fiscalía, todas relacionadas a la obtención, movilización y comercialización de madera en el Parque Nacional Yasuní muy cerca de la Zona Intangible. Algunas vinculadas a autoridades designadas por el Ministerio de Ambiente.