Los Tagaeri y Taromenane son los dos últimos pueblos indígenas aislados, de forma voluntaria, en el Ecuador. Ellos han decidido vivir en la selva sin tener contacto con las dinámicas de la sociedad occidental y su supervivencia depende enteramente de la selva del Yasuní, territorio en el que viven.
El avance del extractivismo, junto a la inoperancia del Estado ecuatoriano, está afectando la vida de estos pueblos. En la zona ya se han registrado más de tres masacres a grupos de aislados.
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